Tus preocupaciones son mi felicidad.
Escribo un cuento para saber,
que siento por las mañanas.
El lunes, el día raro,
escribe plegarias en las sábanas.
Tus nuevas lágrimas de comprensión
me hacen sentir aún mejor.
Gracias por estar ahí.
Y mis ganas, y las tuyas,
unidas a todas nuestras dudas,
hacen que mañana no tenga fin.
Todas las noches tengo ganas de ti.
Aunque haya distancia,
aunque me sienta solo,
se que esperas mi llegada de oro.
Un mar, amanecer,
solo importamos tu y yo,
el año 2000, nueva era de ocio.
Y a pesa de que el jazmín
no abunda en mi camino
haces que los días de escuela
el calor venga y aleje el frío.
alejando la humedad...
convirtiéndote en mi deidad.
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