Ayer, supuestamente era un dia alegre, lleno de emoción y alegría. La gente de mi edad, pero no de mi curso, terminaron 2º de bachillerato, y se graduaron al fin. Yo toqué para ellos una cancion bonita, una de mis favoritas, La chica de ayer de Antonio Vega (que en paz descanse). A todo el mundo le gustó, aunque yo no disfruté mucho. Era algo tan simple, que podia haberlo hecho cualquiera. Creo que hubiera preferido equivocarme en una canción complicada... No lo se sinceramente, es tiempo de meditar.
La belleza muchas veces reside en las cosas más simples.
ResponderEliminarSe trata de saber apreciar "aquellas pequeñas cosas" que cantaba un maestro.
A algunas personas les encantaría ser capaces de hacer algo similar, y nunca lo podrán hacer.