Hace tiempo, cuando era más joven
estaba sentado apreciando música
cuando un guitarrista se sentó a mi lado
y aquella canción empezó a comentar
No se porque te gusta, si es muy pobre
no hay sentimiento, ni se oye la tónica
subió después al escenario
y tocó la canción que no olvidaré jamás
No dejes de tocar, hombre de la guitarra
porque tus notas son mi día a día
y el día que los trastes fallen
siempre queda recordar
que en las noches de luna llena
el hombre del que hablo, era yo,
que se dirigió a un yo más joven
que la vida consiguió cambiar
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