martes, 1 de febrero de 2011

Nocturna actividad mental para no pensar.

Hacia tiempo que no escribía por la noche. La noche es el momento en el que te relajas de todo, es como mandar todo a la mierda por un rato. Es momento para recordar. A rasgos generales, la noche mola más que el día.

El manto ígneo nos sobrevoló,
pero aún nos queda tiempo
para disfrutar hablando juntos
y discutir sobre el destino incierto.

Escribo sin contar sílabas,
nunca le di mucha importancia.
Por la noche todo da igual,
raza, color, etnia e infancia.

Da igual la política y la ignorancia.
Da igual la muerte con sus bajas.
Salgamos a beber y a reír,
disfrutemos de nuestras ventajas.

Cambié mi puesto de piloto
por el de capitán.
Este barco sigue a flote
sin conocer final.

1 comentario: